HOYA DE SAN BLAS, EL PLACER DE PEDALEAR
A las 9:00h, habíamos quedado en la gasolinera de Manzanares el Real, era sábado, y hacía el número 29 de los días del mes de marzo del año 2008.
Nunca puntuales, unos por exceso, y otros por defecto, llegamos los cuatro aguerridos Pakets (Nacho, Fernando, Álvaro y David) que nos íbamos a disponer a pedalear por la conocida Hoya de San Blas madrileña, un hermoso paraje a caballo entre los pueblos de Manzanares el Real, Miraflores de la Sierra y Soto del Real.
A las 9:30h, comenzamos nuestra ruta. Los 3 primeros Kms discurren por carretera, completamente llanos. Nos vienen bien para hacer recordar a nuestras piernas lo que es, en si mismo, el movimiento de pedalear, y es que después de dos semanas, cuesta. Pero para cuesta, la que nos desayunamos nada más dejar la carretera. Enfilamos una bien cuidada pista, que rápidamente empieza a picar para arriba.
Cuando llegamos al final de la subida, nos encontramos con una de las partes más divertidas de la ruta, tenemos que cruzar un río bien cargadito de agua. Fernando y yo, no muy seguros de nosotros mismos, decidimos cruzar con cuidadín a patita, somos unos señoritos, y la idea de ir el resto de ruta mojados, no nos hace demasiado. Pero Álvaro y Nacho, fieles a su filosofía aventurera, deciden coger carrerilla, y cruzar el río en bici. Así que mientras Fernando y yo esperábamos al otro lado con la cámara en modo video, esperando un buen chapuzón que colgar en Youtube, los dos valientes jinetes cruzaron el río sin tan si quiera un pequeño amago de caída.
Seguimos pedaleando, ahora tocaba la parte llana y divertida, curvas, velocidad, piques....Pero pronto se acabaría, llegan los 4 Kms más duros de la ruta. Nada más empezar, los cuatro empezamos a hacer la guerra por nuestra cuenta, a sabiendas de que debíamos regular si queríamos llegar sobre la bici hasta el final. De repente, y al girar a la izquierda tras una caseta que no nos dejaba ver, nos encontramos con una rampa de cuyo porcentaje no quiero acordarme, ya no había risas, ni comentarios, los cuatro callábamos, los ojos clavados en el suelo, y la mandíbula bien apretada. A los 10 metros de rampa ya había metido el molinillo, y ya no lo quitaría casi hasta el final. Fue entonces, cuando las fuerzas flaqueaban, cuando el espíritu Paket volvió a hacer aparición, Nacho se quedó a esperar al de siempre, un servidor. Todos sabemos que en estos casos, de nada sirve que tiren de ti, pero el mero hecho de contar con un compañero al lado que no para de decir "vamos Paket, vamos, vamos", hizo que incluso quitara el molinillo antes de terminar la subida.
Con el embalse de Santillana frente a nosotros, y Madrid en el horizonte, paramos para reponer fuerzas, se nota que estamos en primavera y que las temperaturas son más agradables, estas paraditas para avituallar, no son tan incómodas, y podemos comer las barritas con mayor tranquilidad.
Aún nos quedaban otros pocos Kms de subida, y con las piernas ya algo cargadas por las anteriores rampas, se hace algo más duro de lo que en realidad es.
Pero llegamos, estamos en la parte más alta de la ruta, habíamos pedaleado lo peor, ya solo quedaba disfrutar de la larga bajada. Aquí si que nadie espera a nadie, "nos vemos abajo" se oye. Así que nos tiramos a saco por una pista que a veces parecía asfalto, y otras parecía una trialera. Que poco dura lo bueno, en 15 minutos estamos otra vez cruzando el río, la misma operación, más fotos y videos, pero ningún chapuzón.
Tras otros 4 Km de bajada, llegamos a la carretera, se ha acabado lo bueno, estamos ante el final de nuestra ruta, solo 3Km hasta los coches, 3Km que parecía, iban a ser tranquilos, pero al amigo Fernando le vinieron a la cabeza sus recuerdos de carretero, y entre los dos nos pusimos a relevos hasta los coches, llegamos al final con cierto picorcillo en las piernas.
Finalmente, fieles a la filosofía Paket, acabamos la mañana con una jarrita de cerveza y una tapita, comentando la jugada del día, y la del próximo, pero eso será otra historia.
AUPA PAKETS
5 comentarios
blackmoon -
David -
nacho -
desertor
JUAN -
nacho -
Un saludo pakets