POR LOS ALREDEDORES DEL HAYEDO DE MONTEJO

Pues si, el sábado día 3 de mayo, por fin, nos decidimos a hacer la tan ansiada ruta por la zona del Hayedo de Montejo. Se me ocurren muchas palabras para describirlo, pero la que primero me viene a la cabeza es la de ESPECTACULAR.

No empezaba bien el día, sobre todo para David (Paket envido 5), una amable pareja de la Guardia Civil, le paraba para ponerle una recetita, alegando que sobresalía la carga demasiado, y que no llevaba la placa de identificación reglamentaria.

A las 9:45h llegamos al punto de encuentro, allí nos esperaba otro David (Blackmoon), ya le había dado tiempo a dar una vueltecilla por el pueblo en busca de algún bar para la vuelta.

Tras los preparativos, a las 10:00h, se pone en marcha el grupo, que esta vez estaba compuesto por Nacho, Álvaro, David, David (Blackmoon), Antonio (Tone), y el otro David, osea, yo.

Siguiendo el Track que se había currado Blackmoon, salimos del pueblo, y la primera en la frente, un repecho, así en frío, que hizo que casi todo echáramos pie a tierra, más que nada porque no pasara factura al final. Tras este repecho nos subimos a las monturas, era el comienzo de una laaaarga subida de en torno a 20Km.

Merecía la pena estar sufriendo en algunos tramos, los parajes eran espectaculares, y la subida, pues porque no, también lo era, partir del Km 10, todo era pista en buen estado, lo que permitía ir mirando al "tendido".

Hicimos un par de reagrupamientos en toda la subida, ascendimos, como siempre, divididos en grupos, como digo yo, "de fuerza".

Al terminar el puerto, a papear, nos las prometíamos felices, todos deseábamos una buena paradita para disfrutar del paraje, peroooooo...joder, que frío, estábamos a casi 1900m de altitud, así que comimos rápido y a disfrutar.

Que bajada amigos, tremenda, puntas de velocidad de 60 Km/h, piedras, zanjas, repecho traicionero, grupo de 50 excursionistas, polvo, piedras, sustos, dolor de manos....no le faltaba de nada. ¡ Cómo disfrutamos !

Pero, joder, cuanto cuesta subir, y lo poco que dura bajar, aunque seguro que estaréis conmigo, ¡merece la pena!

No puedo destacar nada en especial de la ruta, más que nada, porque toda ella fue especial, recuerdo la subida con admiración, con la misma admiración que recuerdo la bajada, y como siempre, la mejor compañía. Todo este coktail, convirtió el día, en inolvidable.

La llegada a los coches se hizo entre exclamaciones, la ruta no había terminado, solo habíamos acabado de dar pedales. Nos esperaban, una terracita, unas cervezas, muchas risas y una buena comilona. Cómo estaban las migas y los chuletones, ¡eh compañeros!

Pero, como siempre, todo se acaba, y por supuesto, los chuletones y las migas, no iban a ser menos, así que chupito de hierbas, y a casita, el próximo fin de semana más.

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