SAN AGUSTÍN DE GUADALIX, EDICIÓN ¿?, EL DÍA EN QUE CÉSAR NO POTÓ
El día 15 de mayo de 2008, en el parking del polideportivo de San Agustín de Guadalix, nos dimos cita 7 de los guerreros de la bici de montaña, los Paket Bikers. La grupeta la componíamos, Tone, Chino, Iván, César, Juan, Chiki y David.
La ruta prometía, esta vez el guía era Juan, que rodaba en casa, y con previo conocimiento de todas las trampas que nos esperaban, o más bien, por las que nos llevaba.
Hacía tiempo que nos nos juntábamos para salir por allí. Como era tradición, César, traía el estómago cargado, a la espera de la primera rampa complicada del día,y en la que dejar su huella para la posteridad, o más bien para las vacas, que se lo comen todo.
Empezamos a dar pedales por una pista en muy buen estado, que pica para arriba sin grandes desniveles, y que nos ayuda a ir calentando piernas.
A los pocos Kms. empieza lo bueno, más bien empezamos por lo malo. La primera parte de la ruta transcurre por contínuos sube y baja, inundados de piedras, lo que habitualmente conocemos como trialeras. Duras subidas, que provocan que a alguno le llegue el primo del tío del mazo. Por suerte a nadie le llegó del todo la tan temida pájara.
Pero al igual que las subidas son duras, las bajadas son divertidísimas, y casi sin darnos cuenta se nos pasaron los primeros 15 Kms. Paramos a comer algo antes de enfilar la parte más técnica y complicada de la jornada, un divertido sendero en el que nos encontramos piedras, rocas, y en su tramo final, agua, mucha agua. Como nos lo pasamos, pies a tierra, digo al agua, caidas en el agua, en las zarzas...las risas de la jornada.
Al terminar este tramo, pusimos rumbo a Pedrezuela, todo pistas en buen estado por las que pudimos subir la floja media que llevábamos, más preocupados de reirnos, que de dar pedales, ¡pero que coño!, en eso consiste.
Al pasar Pedrezuela, llegaba la bajada más divertida del día, una pista con mucha piedra suelta hasta el cañón del río Guadalix. Llegamos no sin incidentes, un reventón de Tone, hizo que el grupo llegara fragmentado al inicio del cañón.
El cañón del río Guadalix es espectacular, un lugar precioso que recomiento a todo el mundo, y apto para cualquiera, son solo 4km de ida y otros tantos de vuelta.
Tras el cañón solo quedaba rodar hasta el bar, donde nos metimos unas jarras de cerveza "pal" cuerpo acompañadas de unas buenas bravas y una tortilla de patatas. Como siempre, lo segundo mejor del día. Lo primero, la compañía y las risas, en el día en que se rompió una tradición, CÉSAR NO POTÓ EN SAN AGUSTÍN DE GUADALIX.
AUPA PAKETS
3 comentarios
David -
JUAN -
Cesar, hermano Pota -